
POR UNOS SALARIOS JUSTOS: ANÁLISIS Y PROPUESTAS DE MILITARES CON FUTURO
La profesión militar abarca un conjunto de cometidos, que la hacen diferenciarse notablemente de la mayoría de profesiones. Los militares realizan un gran abanico de tareas especiales como el manejo de todo tipo de vehículos, aeronaves, buques, productos tóxicos, armas de fuego, explosivos, etc., en cualquier momento, condición y situación, en cualquier punto del territorio nacional en tiempos de paz o en despliegues internacionales en zonas de conflicto. Esta versatilidad se acompaña de horarios elásticos escudados en la “disponibilidad permanente” o las “necesidades del servicio”, y de guardias, servicios, maniobras, navegaciones, jornadas continuadas, operaciones, ejercicios y misiones, a cualquier hora del día y cualquier día del año, lo que dificulta, y en algunos casos impide, el derecho a una conciliación familiar efectiva. La idiosincrasia laboral del militar muestra, en general, un alto grado de disponibilidad, movilidad geográfica, penosidad, turnicidad y peligrosidad. A pesar de esta extraordinaria y dura labor reconocida socialmente, el Estado no le da el reconocimiento económico que merece y deja al colectivo militar en una situación de desventaja respecto a otros empleados públicos, a lo que debemos añadir que esta profesión sufre una merma en derechos fundamentales, auspiciada legalmente en la “condición militar”, que limita a los militares la capacidad de defender mejoras en materia laboral, entre ellas el salario. Si comparamos con otros empleados públicos como el personal de la Guardia Civil, que también tienen la condición de militar, encontramos una gran diferencia en lo que a retribuciones se refiere. Un soldado o marinero recién ingresado en las Fuerzas Armadas percibe en torno a un 60% menos de salario que un guardia civil de igual grado y de recién ingreso. Esta enorme diferencia es incomprensible si valoramos las funciones que se realizan en los Ejércitos. Además, a las categorías de Tropa y Marinería, Suboficiales y Oficiales de las FAS se le exigen las mismas titulaciones académicas para ingreso que a las equivalentes de Guardias y Cabos, Suboficiales y Oficiales de la Guardia Civil.
Bajo el paraguas de la disponibilidad permanente, los militares dejan al albur de las de Fuerzas Armadas su tiempo, de forma que, sin apenas explicaciones ni razones de urgencia o necesidad por amenazas reales, se alargan las jornadas diarias más allá de lo debido, lo que supone una merma de su tiempo libre, afectando al derecho al descanso de los trabajadores que repercute en su ámbito personal y familiar por lo que es de justicia que se retribuyan este exceso de horas de la misma manera que se hace al resto de trabajadores.
Desde Militares con Futuro estamos convencidos que la situación de salarios precarios que sufren los militares, debe ser revisada profundamente con un alza generalizada en las retribuciones. Es una medida que debe ser abordada de manera urgente y sin más dilación, acorde con las exigentes particularidades de nuestra profesión, la versatilidad de sus funciones, su disponibilidad permanente, la formación requerida y el abnegado esfuerzo que realizan las Fuerzas Armadas para con su país. Por ello en el programa de MCF incluimos una serie de propuestas al respecto:
-Revisar al alza las retribuciones, al igual que se ha hecho en otros cuerpos armados como la Guardia Civil, teniendo en cuenta las especiales funciones, disponibilidad y condiciones laborales y horarias del personal militar.
-Retribuir las guardias y servicios, realizados fuera del horario habitual, de igual manera que ocurre con otros empleados públicos.
-Retribuir, tal y como establece el Real Decreto 1314/2005, de 4 de noviembre, por el que se aprueba el Reglamento de retribuciones del personal de las Fuerzas Armadas, los servicios extraordinarios fuera de la jornada normal de trabajo.
-Retribuir o compensar con horas de descanso la hora trabajada en domingos y festivos con un incremento del 150% sobre la hora ordinaria.
-Establecer, para atender a la movilidad geográfica de los militares, unos complementos en función de la provincia a la que vayan destinados basados en el coste de la vida en ella.
-Retribuir con una cantidad en concepto de “plus de transporte o distancia” para aquellos militares que, por la distancia al centro de trabajo, deban desplazarse en transporte público. En caso de no existir éste y el militar deba desplazarse en su vehículo propio se abonará una cantidad fija por kilómetro.
-Establecer en la normativa, para todas las FAS, que se supriman los elementos subjetivos a la hora de adjudicar los CDE y que sólo se adjudiquen por elementos objetivos.
-Establecer en la normativa que la asignación del CDE sea publicitada en las diferentes Unidades de los tres ejércitos, estableciendo la relación de sus perceptores, el motivo y las cantidades asignadas. En aquellas vacantes de especial dedicación vendrá indicado en su publicación la asignación concreta de CDE y las condiciones.
Es cuestión de tener un gran músculo asociativo y fuerza movilizadora para que estas y otras propuestas puedan ser una realidad. De ti y de todos nosotros depende mejorar las FAS.
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