
MCF LUCHA POR MEJORAR LAS CONDICIONES DE VIDA DE LOS MILITARES
La vida de los militares está sometida constantemente a actividades que ocasionan un fuerte impacto en su ámbito privado personal y familiar: cambios de destino y comisiones de servicio a nivel de todo el territorio nacional, cursos, servicios, guardias, maniobras, misiones en el extranjero, etc. Todo ello acompañado de una férrea disciplina, esfuerzo y abnegación ante peligrosas y penosas tareas. Esta peculiar realidad profesional provoca que el personal militar sufra una constante situación de inestabilidad horaria y geográfica. Una combinación que genera un conjunto de vicisitudes como la recurrente búsqueda de vivienda, de centros educativos para sus hijos, de servicios de salud o de facultativos con las implicaciones que conlleva, traduciéndose en preocupación de sus seres queridos, falta de contacto y comunicación. Es decir, una tendencia constante al desarraigo y a la falta de conciliación familiar, con especial penosidad para los uniformados con destino en territorio insular, en Ceuta o en Melilla, en donde en ocasiones, de manera oficiosa y arbitraria, se le limita el derecho a la libre circulación en territorio nacional durante sus períodos libres fuera del horario de la jornada de trabajo. Por todo esto mencionado, la aspiración personal de cualquier ciudadano a conformar una situación familiar estable y a vivir integrado en su entorno se convierte en una utopía para el ciudadano de uniforme. Consecuentemente, desde Militares con Futuro entendemos que la Administración debería estar obligada a proporcionar un especial apoyo y atención a los militares que palien los perjuicios que su actividad profesional suponen. Una serie de medidas que faciliten su desarrollo pleno como ciudadano sin que su profesión entrañe un lastre para él ni para su familia. Por ello, para la mejora de las condiciones de vida y la asistencia social del militar, en el programa de MCF incluimos una serie de propuestas al respecto:
-Modificar los criterios de asignación de cuantías de la compensación económica de ayuda para la vivienda, derogando los vigentes basados en el empleo militar y su equivalencia en grupos y subgrupos funcionariales, e implantando un baremo de acuerdo a criterios objetivos y principios de equidad, tomando como elementos valorables las circunstancias personales, familiares y socioeconómicas.
-Reformar la ayuda a la vivienda del INVIED basándolo en criterios socioeconómicos y no de empleo como ahora.
-Ampliar y reforzar los planes de apoyo al personal y a las familias, y que se instrumenten efectivamente a través de los Organismos y Oficinas de Apoyo al Personal, con el fin de implantar una estructura permanente de apoyo y ayuda al militar y a su familia, facilitando traslados de vivienda, búsqueda de centros docentes para hijos o proporcionando un apoyo integral cuando el militar se encuentre desplazado por operaciones, embarcado o en misiones internacionales.
-Ampliar y mejorar la red de residencias militares garantizando un estándar mínimo de confort y calidad, genérico para todas las categorías militares, destinada a proporcionar alojamiento al personal militar desplazado por motivo de cambio de destino.
-Revisar el sistema de prestaciones sanitarias. La subvención sobre los costes farmacéuticos del personal de las FAS que está en retiro debe ser la misma que se contempla para el resto de los ciudadanos integrados en el Sistema de la Seguridad Social.
-Impedir la designación simultánea de guardias, servicios, maniobras, navegaciones, misiones y actividades análogas en parejas de militares con hijos menores de 12 años, a fin de garantizar unas mínimas condiciones de conciliación familiar.
-Establecer un sistema de horarios y turnos de trabajo que sirva de referencia para los militares desplazados en misiones en el exterior, garantizando tiempos de descanso y ocio, tan necesarios en estas situaciones.
-Ampliar la red de guarderías de Defensa para satisfacer la creciente demanda y así cubrir las necesidades de las diversas unidades de las FAS, o en su caso facilitar el acceso a guarderías públicas mediante la valoración y el reconocimiento de las especiales circunstancias de movilidad geográfica y conciliación familiar del personal militar.
-Garantizar a los hijos de militares en edad escolar el apoyo para la inmersión lingüística, en los supuestos en los que, como consecuencia de la intensa movilidad geográfica a la que está sometido el personal militar, se pase destinado a una Comunidad Autónoma en la que el idioma vehicular no fuera el mismo que el de los hijos escolarizados.
-Hacer efectiva la aplicación de la L.O. 9/2011 de derechos y deberes de los miembros de las FAS en lo que se refiere al derecho a la libertad de desplazamiento y circulación para el personal destinado en territorios insulares, Ceuta y Melilla, plenamente compatible con el deber de disponibilidad permanente.
Es cuestión de tener un gran músculo asociativo y fuerza movilizadora para que estas y otras propuestas puedan ser una realidad. De ti y de todos nosotros depende mejorar las FAS.